En pos de la teoría de punta


NOM4

Aunque el principal pronóstico que la CIA hace se enfoca en el fin de los cinco siglos de dominación de Occidente sobre el resto del mundo y el declive del mundo occidental en 2030 [1], es incuestionable que el ajedrez económico y político del siglo XXI y en el que tienen como protagonistas a EE.UU y China, Primera y tercera potencia respectivamente, esté en función directa de la definición de los siguientes dos elementos claves:
 
a) De cual de las alianzas, acuerdos, o centros de poder económico de amplia envergadura existentes, determinantes estratégicamente, que agrupa a varios miembros de un bloque regional (APEC ó UE) a una determinada potencia, domine y marque el rumbo y el futuro de la geopolítica internacional del siglo XXI si la Alianza Transpacífica (TTP, ó Acuerdo Estratégico Transpacífico de Asociación Económica donde participan 12 economías que pretende establecer una Zona de Libre Comercio Asia–Pacífico) [2], en la que rivalizan estratégicamente EE.UU.-China, en el área del Pacífico asiático  ó,  si será la Sociedad Transatlántica de Comercio e Inversión, el acuerdo de libre comercio más grande del mundo [3] en la que se relacionan EE.UU.-UE (un bloque con grandes ausentes de la talla de: China, Rusia, India y el Mercosur) y el que además cuenta con los nuevos posicionamientos militares en la zona pacífica y en sus haberes tiene a favor la OTAN/NATO, la institución que presenta un fuerte nexo institucional entre EE.UU. y Europa, un instrumento vital del expansionismo americano.
 
b) De los recursos energéticos de EE.UU. (principalmente el gas) dado que se convertirá en potencia energética por sus yacimientos de petróleo y gas natural recién encontrados. 
 
TRUMP Y EL NUEVO ORDEN MUNDIAL:
 
Con la llegada de Donald Trump a la presidencia de EE.UU., un adalid de la desregularización financiera, del proteccionismo, de la antiglobalización, y del estado-Nación, la situación mundial ha pasado a:
 
1. Un cambio en el tablero económico y geopolítico que apunta al el colapso de la hegemonia del neoliberalismo progresista y con el a:
 
- El eje Estados Unidos-China protagonizará el nuevo orden internacional.
- La cancelación de la liberalización económica.
- La des-rregularización o retorno al libertinaje del mercado financiero.
- La renuncia a importantes acuerdos intercontinentales (entre estos el TPP, Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica).
- El resquebrajamiento de la Unión Europea y de su moneda el Euro.
- A un mayor predominio del sector financiero sobre el sector productivo.
 
2. El replanteamiento de trascendentales alianzas alcanzadas con Asia, Irán, La Unión Europea, y,  Rusia.
 
3. Un retroceso socio politico tras el resurgir del nacionalismo blanco, el fortalecimiento de los grupos y organizaciones promotoras del odio; y la re-energización de la ultraderecha mundial, cuyos dirigentes no dudan en reclamar ser los “líderes de la nueva Europa”: El Frente Nacional, liderado por Marine Le Pen, de Francia; el Partido Por La Libertad liderado por  Geert Wilder, de Holanda; La Liga Norte encabezada por Matteo Salvini, de Italia;  El Partido de la Libertad, encabezado por Heinz Christian Strache, de Austria; El partido euroescéptico Alternativa para Alemania liderado por Frauke Petry, en Alemania; además de las organizaciones neo-nazis tales como El grupo "Reichsbürger"  o Ciudadanos del Reich, de Alemania; y el El Amanecer Dorado, de Grecia).
 
4. El retorno a la antigua seguridad mundial: 
 
- Los conflictos que en el mundo después de la 2da guerra mundial habían dejado de ser nacionales y luego pasaron a ser civiles o internos y que han pasado últimamente a ser regionales, volverán a ser predominantemente nacionales y civiles.
 
En consecuencia los componentes más sobresalientes que contendría la coyuntura que se avecina, estará marcada por:
 
- Una guerra comercial en el mundo, específicamente entre EE.UU. y la República Popular China, de inciertas consecuencias, teniendo en cuenta la disputa marítima en el mar meridional.
- El resurgimiento de los mercados de los países emergentes en el que estarán incluidos como lo el petróleo.
- Se dispararían los incidentes y crímenes de odio racial e islamofábico contra extranjeros y refugiados.
- El retorno a las viejas guerras entre estados.
 

 

VII. CONCLUSIONES:

1. La historia de la humanidad ha sido de manera predominante la historia del choque entre civilizaciones. Las demás expresiones sociales, incluyendo la lucha de clases, no han sido más que subproductos que forcejean al interior de cada civilización contra su propia degradación.
 
2. El modelo del mundo multipolar corre el riesgo de verse afectado ante la confrontación que desatarían las principales potencias mundiales por integrarse a uno de los dos bloques o uniones existentes, la euroatlántica,  que incluye a los países de Europa occidental y a EE.UU., su miembro más poderoso, o a la Alianza euroasiática compuesta por Rusia, China y la India, entre otros paíse
 
3. 3. Propender por la creación de una organización multilateral mundial basada en civilizaciones que enfatice sobre los pueblos más que sobre las naciones es la propuesta de alcance global que mejor se ajustaría a las condiciones del siglo XXI en cuanto a la administración política y jurídica global dado que históricamente está cuestionada la organización basada en fronteras nacionales por servir para alimentar la discriminación, la represión y las guerras.
 
4.  La economía capitalista mundial en la actual fase padece de crisis estructural emanada de sus propias leyes de desarrollo, que demuele las bases mismas del sistema al constreñir sus fuerzas productivas y expandir excesivamente los mercados financieros especulativos:  El sistema monetario se resiente de tal manera que la amplitud y duración de los ciclos financieros están provocando volatilidad en los flujos de capital, la que en  contacto con el protagonismo ganado por los grupos no bancarios inciden en la naturaleza del riesgo sistémico de las interconexiones financieras, conjunción que hace fragmentar y flaquear las redes de seguridad entre países dificultando mucho más la aplicación de las necesarias operaciones de salvamento.
 
5.  La re-configuración del Nuevo Orden Mundial estará determinado por los países continente como  China, India y EE.UU. o por regiones que cumplan requisitos similares, los que determinarán  el horizonte de la política mundial siendo en el ámbito geofinanciero donde se defina. 
 
Aunque La UE está en crisis por inadaptación a los nuevos requerimientos de la economía globalizada y de la revolución tecnológica y en general sus países integrantes pierden competitividad y posiciones en la economía global frente a los países llamados emergentes, pero ademas al borde del colapso debido a problemas como la llegada masiva de refugiados,  el conflicto entre Rusia y Ucrania, la crisis de Grecia, el posible “Brexit”, y los ataques terroristas en París, se presagia que a mediano plazo, el Euro, la única alternativa seria al dólar y su más claro rival, ganará protagonismo al lograr la supremacía.
 
6. Los magnates de las finanzas estallaron el esquema financiero ligado a la superproducción y a un dólar sobre-valorado hasta provocar una severa crisis en el consumo compulsivo y la productividad mundial.
 
7. Mientras al interior de las superpotencias, potencias intermedias y emergentes en el Nuevo Orden Mundial van cobrando fuerza los nacionalismos xenófobos y la intolerancia religiosa; las naciones desmembradas, que en su momento pasaron a conformar el campo socialista, presentan la tendencia al restablecimiento de sus componentes básicos: Territorio, base social, y dirección política unificada (Alemania, Corea, China, Vietnam, Yemen); y en los países industrialmente atrasados pluriculturales y multilingües, se perfila una oleada exacerbada de regionalismo, descentralización y de furor autonomista que reactivará, re-potenciará e intensificará los conflictos étnicos, tribales y religiosos.
 
8. Producto del vertiginoso desarrollo experimentada por la economía China en las últimas dos décadas, se prevee esta se convierta en superpotencia hacia finales de 2014 y en único actor capaz de mover los cimientos del equilibrio de poder planetario. Pero la solidez económica en que se encuentra la Unión Europea en razón a que integra economías globalizadas que le reportan ventajas comparativas sustanciales con respecto a la economía Asiática o Americana, la proyectaría lenta aunque temporalmente, en el poder económico dominante en el siglo XXI.
 
9. El proceso de integración económica en Europa y América latina como el comportamiento del panorama socio-económico entre los países desarrollados y Latinoamérica transcurren de manera inversa:
 
El de Europa comienza por la infraestructura y la gestión común de los recursos del carbón y el acero, seguida más tarde por la desgravación arancelaria y la moneda única (entre otras cosas) mientras que la integración de América Latina comenzó, desde la década del 60, por la desgravación arancelaria y por intentos de homogeneizar las medidas no arancelarias que limitaban el comercio.
 
El panorama socio-económico, desde los 90s, en la era de la liberalización y globalización presenta un marcado comportamiento inverso entre los países desarrollados y Latinoamérica y el Caribe incidiendo en el rol que a futuro continuará desempeñando como conjunto y cada uno de sus integrantes en particular: En los primeros se registra correspondencia entre desarrollo y crecimiento económico mientras que en los segundos el desarrollo se presenta rezagado en lo atinente al crecimiento dejando amplios sectores de la población al margen del progreso. 
 
10. Las fuerzas y movimientos sociales a escala mundial, regional y local están ante la oportunidad de ampliar su escenario; de articularse; de ganar protagonismo; de tender alianzas regionales y supra-regionales con las etnias y sectores económicos y sociales afectados o sensibilizados por las consecuencias de la globalización, los tratados de libre comercio, la economía neoliberal y la crisis estructural que padece la economía capitalista. Pero también tiene la posibilidad de ganar la iniciativa al incluir en su agenda el llamado a apropiarse del diseño, la construcción y posicionamiento en un Nuevo Orden Mundial Alternativo (NOMA).
 
11. Lo que el TLC representa para la globalización, es lo que representa la reforma a las Naciones Unidas para la instalación del Nuevo Gobierno Mundial: Naciones Unidas, co-participa con los poderosos organismos supranacionales globalistas que auspician el Nuevo Orden Mundial hacia la implantación de un gobierno mundial único, con la visión que expresara en 1992 Mikhail Gorbachov.
 
12. El capitalismo imperialista arrastró al mundo a la fase neoliberal de la globalización de manera improvisada, sin considerar las condiciones básicas energéticas e incapaz de satisfacer o de revertir la acuciante tendencia de sed de consumo energético, exacerbando así las fricciones internacionales y redimensionado la importancia del sector energético y haciendo que el mundo desembocara en los agro-combustibles y en la energía nuclear.
 
13. Dado que el imperialismo norteamericano progresivamente experimenta no sólo una crisis económica ocasionando su pérdida de espacio económico, facilitado la trastocación de la correlación del sistema monetario mundial, sino también un declive en cuanto a su perpetua estrategia expansionista desde 1993, pero además también una crisis de hegemonía, trasformando la correlación de fuerzas mundiales, por lo cual se ha visto forzado a asumir un papel menor traducida en pérdida progresiva de poder, potencialmente, y debido a que al tiempo relanza su economía de guerra y obedeciendo a su propia naturaleza, se inclinaría hacia una mayor y generalizada desestabilización política y económica aproximando a mediano plazo a la humanidad al detonante de una conflagración global cuando en su desespero desestime que el mundo Musulmán, el otro costado del arco ideológico en calidad de protagonista del choque de civilizaciones y en forcejeo o confrontación por el mejor posicionamiento al interior de la implantación del Nuevo Orden pueda política y organizativamente capitalizar el descontento que en el mundo Árabe y Musulmán se desencadenaría con mayor rigor en sus pueblos Centro Asiáticos y Africanos donde la mundialización capitalista ha impactado negativamente, donde ha consumido sus sociedades de una manera seria e irreversible, desarrollando en ellas crisis sucesivas y ad portas de padecer las consecuencias sociales de la profunda crisis humanitaria desatada a partir del agravamiento de los altos precios de los alimentos.
 
14.  La des-gobernabilidad universal,  la  incapacidad para  incidir en la marcha de la  economía mundial, y la imposición de regulaciones financieras internacionales más estrictas en importantes bloques económicos, podría desacelerar la recuperación mundial de la actual crisis que de inmobiliaria mutó en financiera, en  económica, en crisis fiscal y de empleo, y en  monetaria; y hacer que el Nuevo Orden Económico Internacional demore en surgir ajustado a las pretenciones de las potencias.
 
15. Partipamos de un mundo de alineamientos múltiples más que de un mundo de alianzas, donde aún es prematuro vaticinar que a escala sistémica defintivamente se opte o por el bipolarismo o por el multipolarismo.
 
16.  En razón de los dividendos económico-políticos generados a las potencias occidentales por la Primavera Árabe, se visualiza que estas inauguren la primavera Centroasiática, la que implementaría principalmente en Uzbekistán y Kazajistán de la Federación Rusa (en Povolzhye y Pricaspio), la que extendería especialmente a Daguestán, Tartaristán y Bashkortost, en Rusia, para asegurarse la infraestructura energética (oleoductos azeríes) y vial a través de la cual se surten las fuerzas de Estados Unidos y a la OTAN en Afganistán; y secundariamente por la frontera noroeste de la República Popular China (en las provincias Xinjiang, donde actúa el grupo étnico Turco-musulmán de los Iugures) y a la provincia de Qinghai, eje del movimiento separatista budista Tibetano, en China. Mientras que Rusia en aras de contrarrestar cambios adversos en el mapa geopolítico procura concretar su proyecto euroasiático.
 
17.  Está al orden del día propender por el rediseño de la gobernanza de la Internet en donde quede sustituída la americana por una multisectorial, menos intervencionista, más participativa, más global, más segura, autoregulada y a la vez más controlada. Y en aras de alcanzar el equilibrio entre el derecho a la privacidad y la seguridad exigir tanto el libre acceso como la adopción de medidas apropiadas para codificar las comunicaciones usuario-servidores, y garantizar que la comunidad tecnológica permanentemente desarrolle las herramientas idóneas y los estándares necesarios dirigidos a la protección contra el espionaje masivo de las agencias de inteligencia, además de incluir dentro del desarrollo de la infraestructura la construcción de redes de comunicaciones alternas a las de las potencias.

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[1] Global Trends 2030: Alternative Worlds (Tendencias mundiales 2030: nuevos mundos posibles). En su informe indica que el dominio de los países occidentales en la economía mundial pasará del 56%  que tiene en 2013, a un 25% en el 2030, lo que ocasionaría que Occidente pierda más de la mitad de su influencia económica.

[2] TransBloque integrado por  EE.UU., Australia, Brunei, Canadá, Chile, Malasia, México, Nueva Zelanda, Perú, Singapur, Vietnam, y   desde el 25 de julio de 2013: Japón. Mega acuerdo regional con un Producto Interno Bruto conjunto de 28 billones de dólares y cubre dos quintos de la economía mundial y un tercio del comercio global. Espera un sellar un pacto de libre comercio en 2015.

[3]  Mientras el comercio de América Latina y el Caribe representa el 8% del comercio mundial; el comercio del Bloque EEUU-UE cubre el 30% comercio internacional, y La Alianza Transpacífica (TTP) casi la mitad del comercio mundial.